La Reforma laboral no es más que un eslabón en la cadena de precarización del empleo de los trabajadores públicos, que hemos sido los primeros en recibir un ataque frontal a nuestros derechos salariales con el descenso del 5% en nuestros sueldos.
Pero además:
1. Esta reforma es una puerta abierta a las externalizaciones de los servicios de mediación laboral, que hacen competencia directa y suponen la privatización de los servicios públicos de empleo.
2. Se abre la posibilidad de actuación de las ETT´s en el ámbito público, que igualmente supone un grave problema para el acceso y la creación del empleo público, ya que se eliminan las prohibiciones existentes para su implantación a partir de 2011.
3. Dudamos de si será posible garantizar los principios de acceso al empleo público en la gestión de éste por las ETT´s, pudiendo suponer esta actuación el aumento de los contratos “en fraude de ley”.
4. La falta de apuesta por lo público sigue tras el tijeretazo del RD 8 /2010 que nos afecta.